martes, 6 de diciembre de 2011

Acordes de Luna



Al llegar el ocaso, la primera caricia de la noche le devolvía todo su conocimiento y su oído. Era como si en su interior una extraña danza ritual comenzara con la oscuridad, como si un abrasador fuego se tornara agua, remansos de agua limpia con miles de gotas resonando armónicamente en sus sentidos. La noche amante cómplice le devolvía su ser encerrado por el día. Así dejaba de ser Fertús Utrillas Almudevar, de profesión cartero, adscrito a la Unidad de Reparto número 7, en la ciudad de Huesca. Nunca fue Fertús en realidad nunca fue Cartero, nunca había vivido en Huesca. Había que remontarse a tiempos de fuego y gotas de rocío, de suaves brisas de noche y días de Sol, a lagos y montañas, allí donde todo es melodía, allí donde la nieve es el blanco manto de los sueños inalcanzables, allí donde los hijos del Sol tañen en lo alto de la gran montaña música para acariciar los rayos del Señor de la luz.

Allí vivía Luzer, la suya era la comunidad más numerosa de magos, que cada día batían sus cuerdas en honor del Sol, cada día cuando el Padre Sol asomaba por la cumbre oeste del Aneto, indescriptible era la música que aquellos magos interpretaban para que el rey de la luz acomodase su poder sobre las montañas e iluminara de manera radiante todo el paisaje de los vivos.

Con la llegada del atardecer los magos bendecidos por el Sol, permanecían en oración en el gran templo excavado en el interior de la montaña, allí pasaban la noche, esperando el milagro diario que cada amanecer les otorgaba como un maná de energía;  la noche era oscuridad y por tanto debilidad para la comunidad mágica. Era Luzer uno de los virtuosos de ese momento mágico -era joven- sus ojos verdes simbolizaban la llama del sol en su cuerpo, pero era Luzer alma inquieta ávida era su mente de conocer los secretos de la noche. Cada vez que pasaba por el óculo que una capa de hielo rosa cerraba el gran rosetón del templo, Luzer había observado como no siempre la oscuridad se adueñaba de la noche como cíclicamente una luz blanca y envolvente penetraba por el óculo e inundaba la estancia, “noches de hechizo” así las denominaban algunos de sus maestros.

Una noche de meditación Luzer tuvo un sueño, se veía en medio del manto blanco de nieve fría, solo de pie en la montaña, y una dama con una blanca túnica le daba un beso en la mejilla, mientras le susurraba al oído “quiero tu eternidad de cuerda”. El mago retornó nervioso al concierto que todos los magos realizaban en ese momento con sus mentes para aislarse de la noche; Luzer pidió retirarse al lago interior, allí donde el agua cristalina es constante música, antes de entrar en la suntuosa caverna mágica que alberga el lago, Luzer sintió la tentación, y prosiguió camino hacia la gran entrada del templo, su sueño se le hacía presente cada vez con más nitidez, llevaba su arco y su violín. ¡Abrió la gran puerta! y allí estaba la Luna, reinando en el cielo llena de luz, llena de embrujo, los ojos verdes del mago derramaron lágrimas de emoción, de sentires plenos forjados en su alma.

Los vientos de la noche le acariciaban, la nieve se tornaba en alfombra de estrellas para acariciar sus pies, y Luzer batió sus cuerdas como jamás un mago lo había hecho, con una melodía de sueños y de dulzura como si  las gotas de una lluvia nocturna cayendo sobre un fino hielo cristal de universos y paisajes resonaran en la noche. La Luna alcanzó la mayor de las plenitudes; era sinfonía y dama de cabellos de plata fina, era amor en el alma del mago. Su poder sobre la noche levantó oleadas de azules pardos, de violáceos de vidrio y calma. La luna se sintió amada, fue un ciclón de hechizos, fue un vapor de notas suaves que en la noche retumbaban con los rayos de la Luna derramados en la nieve como pétalos de flores de noche y de fantasía.

Cuando Luzer abrió los ojos, la mirada de los magos era de miedo y terror, pues en escasos segundos el Sol alcanzaría la plenitud del Aneto. Se incorporó con su violín, los primeros rayos acariciaban destellos en la cumbre desde el oeste, en la pequeña fracción de un bemol, los rayos del señor de la luz envolvían la comunidad que comenzó a tocar. De repente un viento de fuego recogió a Luzer, lo elevó de la fría nieve y lo envolvió en una amalgama de colores de desconcierto, así permaneció inerte mientras las horas pasaban, estaba suspendido y percibía como aquella luz, le succionaba la energía como las notas, los pentágramas salían de sus ser para fundirse en aquellos desconcertantes colores.

Y llegó el atardecer, cuando el Sol se retira por las montañas, los colores desaparecieron, las montañas no existían, lo que era un blanco manto, era ahora dura piedra ordenada. El  Señor de la luz había condenado al inmortal mago de música solar, al mundo de los mortales, en ese instante se sintió Fertús Utrillas Almudevar, sabía que aquella avenida Ramón y Cajal era la que conducía a su casa, miró al sol como se escondía entre las  toscas agujas de la Catedral y supo que él ya no era orante de la luz. 

Cuando el último rayo desapareció en un ocaso de rojos y menta la Luna le susurro al oído con delicada voz de plata “Cuando el rey de la luz, se pierda en el horizonte, la noche te entregará aquello de lo que la luz te ha despojado”.

Y así cada noche en el oeste de la ciudad, entre las ruinas de Montearagón rubato y trémolo. Cada noche aquel que por el día arrastra amarillos y timbre, enamora a la luna con compases de estrellas y luceros. Como cada noche en el compás de un rayo de ocaso y un pentágrama de caricias de azul oscuro.

14 comentarios:

  1. Como otros tantos, la noche le bedice con aquello que el día le quita: más horas, más sosiegos, más musas...

    Me ha gustado un montón, quizás, sólo quizás porque en mi mundo tampoco hay Lorenzos firmes, sino Selenes doradas envueltas de mantones amoratados, pero sólo quizás ya que no hay que quitar méritos a la mente pensante que escribe textos como este ;)

    muchos saludos!

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  2. Y llegó un angel...
    Ímpudico,
    atrevido
    aporreando teclas de piano
    formando ovillos craquelados con cuerdas de violín aterciopeladas.
    Su música quebradiza
    suaviza las sienes del aforo...
    ¡Atónitos!
    contemplan la belleza
    del modelo mostrando su impudor
    sobre sábanas de saten
    donde los besos al aire
    fornican con el cierzo.


    Poema escrito "A vuela ordenador" como comentario al texto "Acordes de la luna" y a la fotografía tan impactante; como auténtica que le acompaña. Saludos,
    -Joseba Ayensa (Poeta-cantor.)-

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  3. El relato es magnífico, la caída en el horizonte, que es el reino de los vivos. Todo ese mundo creado y sentido es realmente mágico, unas cuerdas de violín que despiertan los armónicos de las cuerdas vocales. Un gemido de pasión y eternidad.

    Cuando vi la foto y el título del relato recordé rápidamente unos versos de mi poemario "Amarillo mojado" que escribí hace tres años y que en su momento fueron custodiados por una foto similar a esa,mi desnudez acompañada por cientos de fotos de cuadros a mi alrededor. Estas son la primera y la última estrofa de ese poema:

    En la foto que me hizo la Luna,
    hubo un flash derramado y perfecto,
    la llama en los ojos,
    la cámara en el techo.
    Mi pasión entre las dunas
    de mis muslos.

    [...]Y por fin un ángel bajó a mi cama.
    Se fumó un cigarro.
    Al acabar se fue sin haberme secado la cara.

    Genial entrada, un abrazo.

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  4. Sin dudas que sí, la noche nos devuelve con otra piedad, nos devuelve algo que quizás sea nuestro.

    Unas letras profundamente geniales... de alguna manera, y por esas casualidades que bien sabe causar el universo quizás el oficio de cartero era un resumen de lo terrenal e inmortal (esencialmente puestos en Luzer (Uno de sus nombres (todos los nombres son uno de los nombres))); porque su cuerpo y su alma fueron un Hermes para conectar ambos mundos.

    Conmovedor, todo otra cosa que diga ya la han dicho con excelencia mis antecesores comentadores.

    Un abrazo

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  5. C'est une belle histoire, c'est une façon de sensibilité et de magie. Il me semble un ensemble de belles images avec la Lune comme une Dame de l'amour. Je tiens à féliciter nous lecteur d'un monde différent avec notre intérieur comme le protagoniste, j'aimerais lire cette histoire à un enfant mine croire que sa beauté peut comprendre tous les âges.

    Félicitations, c'est merveilleux de vous avoir parmi nous vous lire est un plaisir et merci de me recommander d'exprimer ces mots dans ma langue.

    Sinceres salutations. Un abrazo

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  6. He sentido cada momento de nieve, cada instante de música, me he visto dentro del templo, he visto a la luna reinar en el alma de la noche he contemplado el lago y al rey de la luz asomando por el Aneto. Maravilloso relato, y también maravilloso buen gusto que hayas elegido nombres en lengua aragonesa para construirlo. Eres palabra y música.

    Un besazo Didac, me ha hecho muy feliz leer este torrente de magia

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  7. Saiz

    Lo maravilloso de un mundo propio, es que acaba convirtiéndose en una espacio personal, único, donde es posible la magia, y si ese mundo tiene una parte de noche de deseos y ensoñaciones, es que estamos vivos, quizás yo le doy meritos a esos mundos personales y diferentes y que los demás no son capaces de ver.

    ¡Muchas gracias por tu visita! Un abrazo

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  8. Joseba Ayensa

    La noche y el día se dejan mecer por ángeles trasgresores por cuerdas y notas, por luces y también por sombras, hay sombras de la noche distintas a las sombras del día, y también la sombra de la piel. Con todos los elementos llegamos a forjar pieles de tentación y vientos de deseo.

    Un placer tenerte por aquí. Un saludo

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  9. Aníbal

    La vida está llena de ocasos y amaneceres, de barcas de Rá que contemplan el ciclo constantemente, mientras tanto poesía como llama de vida, piel sobre la que la luna y la luz inciden en los momentos de pasión, de vientos y de deseo.

    Me han encantado las estrofas de tus versos, de hecho me encantaría conocer “Amarillo mojado” porque esos versos tienen llama y música como toda tu poesía. La vida como bien apuntas es gemido y la música, la poesía o la palabra son piel de eternidad.

    Un fuerte abrazo desde la fría orilla del Sena.

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  10. Juan Ojeda

    Creo Juan que esa es la clave, cada nombre es uno de los nombres, también añadiría que cada vida es una de las vidas, como cada viento es uno de los vientos, eso lo sabemos porque percibimos eternidades pasadas y sabemos de paisajes imposibles, de letras y magia y todo esto nos hace protagonistas de ciclos que son surrealistas y por tanto maravillosos.

    Sabemos que hay mundos de norte y de sur, de vientos gélidos y brisas de veranos iniciaticos, también sabemos que hay mundos que se pueden conectar.

    Hay miles de manzanas con forma de corcheas. Un abrazo.

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  11. Bourdierd

    Merci pour votre visite, c'est un plaisir de vous dans cet espace mots et désert désert rêves. Vous savez qu'qu'ils choses n'ont pas âge, peu un montant étant un enfant ou un vieil homme, le chose important est de savoir qu'il elle nettoie est plein de mots et du danse, qui nous ouvrent de nombreuses portes.

    Une embrassade cordiale

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  12. Blanca

    Soy yo quien te tiene que dar las gracias, por estos días de apoyo. Como siempre ahí has estado -ahí estáis- cuando las cosas importantes lo requieren, no es posible crear sin personas como tú capaces de dar forma en su imaginación a paisajes de nieve, lunas y acordes de violín.

    Tú y yo sabemos que Aragón es inmenso, y que el cierzo arrulla sueños por donde quiera que pasa, los nombres son parte de los lugares bellos que tenemos la suerte de disfrutar, estos días hemos disfrutado mucho con un maravilloso niño con nombre aragonés.

    Un besazo, te quiero.

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  13. Hola, querido amigo.Vengo a anunciar mi vuelta a estos mundos invisibles y a la vez tangentes, a saludarte y a felicitarte por este relato, repleto de magia, música y belleza que has compuesto con la artesanía de un Luthier que construyera el más delicado de los violines para ser tocado sólo por manos magistrales como las tuyas.
    Un saludo, estoy por aquí.

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  14. clochard

    Sin duda es una de las buenas noticias de este martes y 13, donde la superstición, forma parte solo de aquellos aquelarres (los verdaderamente divertidos), donde conjuramos letras, músicas y palabras. Nos faltan unas copas pero todo se andará

    Es un placer tenerte de vuelta, y un honor disfrutar de tus palabras. Bien sabes tú que los vampiros, siempre andamos entre, magias, fantasías y violines batiendo cuerdas con tu retorno sin duda la galaxia crece y se expande.

    ¡Gracias por tu visita! Y un fuerte abrazo Clochard

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