Era el primer gran acontecimiento del Conservatorio, porque
Santa Cecilia es el día 22 y esto suponía una especie de arranque festivo, o
excusa festiva o llamarlo como queráis los que al leer estas líneas sabéis de
que va el asunto, un cuatro de noviembre, cinco días antes de ese 9 que
popularizó Cecilia en esa canción que para mí como tantas cosas descubrió mi
padre, ciertamente otro nueve llama a la puerta de la fama pero nada tiene que
ver con los ramitos de violetas ni con Álex.
Lo cierto es que eso en sustancia es lo que supone el
cumpleaños de Álex, alegría y cierto buen humor como apertura de días que serán
festivos. Por otra parte a fuerza de conocerse desde mis 8 y sus seis (soy
plenamente consciente que llevo en todo lo escrito alternando números y letras)
los cumpleaños se acaban convirtiendo en un ritual que a los niños les hace
tener buen rollito, véase, el propio el de tus hermanos y los reyes magos, papa noel (esto lo escribo en minúsculas a propósito) y otros acontecimientos como el
estreno de Anastasia y cosas así de esa índole.
Tengo poca consciencia últimamente pero voy recuperando algo
y esto quiero que sea signo de ello, no suelo hablar de mis amigos porque
considero que lo que tengo que decir, mejor decirlo a ellos, también es cierto
que mucha gente puede pensar que tampoco hay que hacer esa exaltación de la
amistad propia de las grandes noches de verbena, pero de todo un poco y de casi
nada emerge en esta cabeza.
Y por fin hablamos de Álex, para manifestar, que como dice mi
madre, será un referente en el campo del pensamiento en el siglo XXI, porque
no solo ha leído muchas y muchas veces lo que hasta aquí se ha hecho también lo
ha razonado y ha aportado un montón de nuevas hipótesis al respecto, ese es
Álex, con la Filosofía a cuestas, capaz de aplicar un mito como una acorde a una
partitura blanquecina, capaz de dejarte seco con una claridad meridiana
haciendo de la estética algo natural y a tu alcance sin despeinarse y con la
autoridad de los grandes.
Pero Álex es algo más importante que un hacedor de
pensamientos, es, como diría un bicho que conocemos un Corazón de guardia, refugio de palabra y
sentido, ¿Brillante? Sin duda, ¿Calculador? Si pero no para hacer tendencia ni
estrategia, simplemente es un bendecido por las neuronas y las pone a trabajar
todos los días y eso “emnboba” con la certeza de que los misterios no son tales
para su manera de imprimir velocidad a la mente.
Su mirada pasa de la rotundidad sofista al entrañable capitán
de Moros y Cristianos con una rapidez que casi invita al llanto y la emoción, y
todo esto porque yo lo he tenido cerca en esos momentos en los que uno quiere
saber más y se da cuenta que no sabe casi nada.
Por tanto queda mi agradecimiento, mis millones de gracias por
ser así, por estar ahí por ser de los míos y porque no me importa decir que de
todos, hermano tu eres el razonamiento que necesito para en las más de las veces no ahogarme en mi propio vacío.
Felicidades Rubia, el que tiene talento pues eso tiene
talento, y tú tienes tanto y tan bueno, que como siempre digo no mereces más
que lo que tu das, y das lo mejor, darte a ti tanto nos es complicado pero al
menos seguimos en el intento porque te mereces eso y más.
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